Neem es un árbol de hoja perenne tropical nativo que se encuentra en todo el subcontinente indio. Crece hasta 50 pies de altura y es famoso por sus múltiples usos. Se ha utilizado durante más de cuatro milenios como cura para muchas enfermedades de la piel. Ya en el primer milenio antes de Cristo se usaba como medicina para todo uso en los dispensarios de las aldeas.
El árbol de neem es ampliamente utilizado en la agricultura. Sus hojas, frutos y corteza se utilizan como aditivos alimentarios y pasta de dientes. El aceite de neem contiene compuestos antioxidantes que pueden ayudar a neutralizar los radicales libres en el cuerpo. Esto lo convierte en una valiosa alternativa a los pesticidas basados en productos químicos. También ayuda a proteger los alimentos almacenados contra las plagas.
El aceite de neem es un insecticida natural con buenas propiedades antisépticas, antibacterianas, antifúngicas y antivirales. Se puede usar para controlar plagas para matarlas. El ingrediente activo del aceite de neem es la azadiractina, que actúa como repelente al interferir con las hormonas de los insectos, evitando que se alimenten. También puede ralentizar el crecimiento de los nematodos, que son parásitos de las plantas. Es eficaz contra una serie de plagas, incluidos minadores de hojas, cochinillas harinosas, trips y chinches de encaje.