La importancia de la calidad del agua en la acuicultura

La acuicultura extensiva de agua dulce impone nuevos requisitos sobre los efectos ambientales que los sistemas más intensivos, pero puede perturbar la belleza escénica de lagos y embalses y crear riesgos para la salud pública. Los organismos acuáticos pasan toda su vida sumergidos en agua, se alimentan, digieren y eliminan desechos en el mismo ambiente que beben. Esto los hace particularmente sensibles a los cambios en la calidad del agua, especialmente en altas densidades de población. La calidad del agua es importante en la acuicultura porque afecta la supervivencia y el crecimiento de los peces. Las malas condiciones del agua causan estrés y enfermedades, lo que reduce el crecimiento y disminuye la supervivencia.

La calidad del agua es fundamental para la supervivencia y el crecimiento de todos los organismos acuícolas. Es esencial monitorear y mantener los diferentes parámetros del agua dentro de sus rangos óptimos para maximizar la productividad pesquera. Estos parámetros incluyen temperatura, oxígeno disuelto, transparencia, turbidez, dióxido de carbono, alcalinidad, contenido de amoníaco, dureza y niveles de hierro. Algunos de estos son bastante estables, mientras que otros, como el pH y el oxígeno disuelto, fluctúan diariamente. Estos factores se pueden controlar para mejorar la salud y la producción de peces y camarones.

Los factores afectan la calidad del agua

Algunos de los contaminantes más comunes que afectan la calidad del agua son los herbicidas, pesticidas y compuestos industriales. Además, el exceso de sales puede dañar una masa de agua y limitar su capacidad para absorber oxígeno. Otro problema es el uso excesivo de fertilizantes. Estos químicos ingresan al agua e interfieren con los procesos naturales, lo que resulta en una sobrecarga de nutrientes. Estos problemas se pueden mejorar mediante el uso de mejores prácticas y la reducción de insumos. Muchos factores pueden afectar la calidad del agua, incluidas las propiedades físicas, químicas y características biológicas. El agua debe estar libre de sustancias nocivas y tener un buen equilibrio de pH, entre otras cosas. Es importante monitorear y controlar el oxígeno disuelto, el pH y la temperatura del agua, para mantenerla en su nivel óptimo. Otros parámetros importantes incluyen la turbidez, el contenido de amoníaco, la alcalinidad y la dureza.

La temperatura del agua

La temperatura del agua es un factor clave en la salud de todos los organismos acuáticos, ya que afecta la velocidad de las reacciones biológicas y químicas, ya que los peces son animales de sangre fría. La velocidad de las reacciones químicas y biológicas en el agua caliente es dos veces más rápida que en el agua fría. Esto hace que sea más difícil mantener los niveles de oxígeno disuelto en agua tibia. Generalmente se acepta que por cada 10°C de aumento en la temperatura del agua, la velocidad de las reacciones químicas y biológicas se duplica. Como resultado, las temperaturas más altas del agua requieren más oxígeno disuelto que las aguas más bajas. Las temperaturas óptimas del agua también varían según la especie. Por ejemplo, una trucha puede tolerar temperaturas más frías que un salmón.

Oxígeno disuelto
El oxígeno disuelto (OD) es esencial para todos los animales acuáticos. Es producido por organismos fotosintéticos, como las algas y el plancton, que crean oxígeno disuelto en el agua durante el día. Sin embargo, los niveles de oxígeno disuelto disminuirán cuando la temperatura y la salinidad sean bajas. Para evitar niveles bajos de oxígeno disuelto, puede usar aireadores de paletas o un soplador de aireación para aumentar la cantidad de oxígeno disuelto en el agua.

nitrógeno y amoníaco

Las partículas de desechos de pescado y los peces muertos son fuentes de nitrógeno y fósforo que pueden contribuir a la eutrofización de los lagos. Las bacterias en el agua es otro factor importante. Estas bacterias descomponen los desechos orgánicos y producen amoníaco, que otras bacterias convierten en nitritos. Los nitritos se descomponen en nitratos por otras bacterias y luego en gas nitrógeno. Este ciclo es crítico para la supervivencia y el crecimiento de peces y camarones. El ciclo del nitrógeno es un componente clave de la calidad del agua en la piscicultura. Los peces producen desechos orgánicos que se descomponen en el agua para formar amoníaco. El amoníaco es tóxico para los peces en niveles altos y reduce la salud animal en niveles más bajos. El amoniaco es absorbido por las bacterias y convertido en nitritos. Las plantas descomponen los nitritos y los convierten en nitratos, que pueden eliminarse mediante cambios de agua o ser absorbidos por el suelo. La salud de los peces y otros organismos acuícolas también se ve afectada por la cantidad de amoníaco en el agua. Es crucial minimizar los niveles de amoníaco, particularmente más adelante en el ciclo del estanque cuando la entrada de alimento es alta. Una forma de reducir el amoníaco es usar productos que contengan ingredientes naturales de plantas del desierto. extracto de yuca schidigera. Este producto actúa para reducir el amoníaco rápidamente y evita que alcance niveles nocivos.

Además del amoníaco y los nitritos, también es importante analizar el pH y la dureza del agua. El pH del agua es otro parámetro clave que debe controlarse diariamente. Esto se debe a que el pH del agua varía del día a la noche debido a la fotosíntesis. Estas pruebas se pueden realizar mediante titulación, que consiste en agregar ácido o base a la muestra hasta que se produzca un cambio de color. Luego se puede usar un medidor de pH para medir la concentración resultante. El pH ideal para los peces está entre 6-8. Si bien no es posible eliminar por completo las enfermedades del agua, los acuicultores pueden mejorar la calidad del agua mediante el uso de antibióticos y pesticidas para prevenir brotes de enfermedades. Sin embargo, estos productos químicos pueden liberarse en el ecosistema circundante, lo que puede afectar a otros organismos. Por lo tanto, es esencial que los piscicultores analicen periódicamente la calidad del agua de sus piscifactorías.